Vapeadores y cigarrillos electrónicos son igual de nocivos que el tabaco

vapeadores

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra mañana miércoles 31 de mayo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) advierte, sobre todo a la población joven, de que las nuevas formas de consumo tabáquico, como vapeadores o cigarrillos electrónicos, aunque no contengan nicotina, son igual de nocivas para la salud que los cigarrillos convencionales y recuerda que el tabaco es el principal factor de riesgo evitable responsable de un 33% de los tumores y de un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“El tabaco está detrás de más de un 30% de los diferentes tipos de cáncer. En algunos de ellos, como los de pulmón, cabeza y cuello, vejiga y esófago, el tabaco es la principal causa de desarrollo de tumores. Por ello, desde SEOM estamos trabajando de forma permanente para informar a la población de los riesgos que supone fumar”, destaca la Dra. Enriqueta Felip, presidenta de SEOM.

“Sabemos que los fumadores, en cualquier forma de consumo tabáquico, son enfermos en potencia y los que ahora están consumiendo pueden desarrollar en un futuro enfermedades muy graves como el cáncer”, añade el Dr. Javier de Castro, secretario de la Junta Directiva de SEOM.

Según apunta el Dr. De Castro, “nos preocupa especialmente la población joven donde las nuevas formas de tabaquismo, como el vapeo o el consumo de cigarrillos electrónicos, se están imponiendo a las formas tradicionales de tabaco, en muchos casos pensando que no son formas de fumar, y lo que se desconoce es que producen el mismo o más daño que el tabaco convencional”.

Por ello, añade el secretario de SEOM, es importante que no sólo en el Día Mundial Sin Tabaco sino todos los días del año se tenga en cuenta que cualquier consumo de tabaco sólo conduce al desarrollo de enfermedades.  

SEOM quiere hacer especial hincapié en este mensaje para que sea tenido en cuenta por toda la población, sobre todo, por los jóvenes que desde niños han de ser educados por padres y educadores en la responsabilidad de conocer los riesgos que tienen estas nuevas formas de fumar.

Posicionamiento SEOM sobre el cigarrillo electrónico y productos de tabaco por calentamiento

Actualmente no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso intencionado de los cigarrillos electrónicos, aunque no contengan nicotina. De hecho, hay artículos que han demostrado que los cigarrillos electrónicos aumentan el riesgo de enfermedades neoplásicas.

SEOM publicó un posicionamiento al respecto en el que se indicaba que no se puede recomendar el uso de cigarrillos electrónicos e instaba a llevar a cabo investigación científica que permita conocer en profundidad su seguridad, regulándose entonces de forma adecuada.

De la misma manera, el uso de los productos de tabaco por calentamiento se considera peligroso para la salud. Actualmente, no disponemos de suficiente evidencia para considerar que estos productos sean más seguros que el tabaco convencional, y al igual que ocurre con los cigarrillos electrónicos, su uso puede suponer una pérdida de oportunidad para el abandono del hábito tabáquico.

Problema de salud pública de primer orden

El consumo de tabaco constituye un problema de salud pública de primer orden siendo la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. De acuerdo con los datos de la OMS, más de 1,1 billones de personas consumen tabaco y más de 8 millones de personas fallecen en el mundo por el tabaco cada año, tanto como consecuencia directa (más de 7 millones) como indirecta por exposición al humo ajeno en los no fumadores (1,2 millones).

Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, elaborada por el INE, el 16,4% de las mujeres y el 23,3% de los hombres fuman diariamente. Esta población se concentra, fundamentalmente, en el rango de edad de 25 a 64 años, con porcentajes aproximados del 30% en los hombres y el 20% en las mujeres.

En las últimas décadas se ha producido un aumento del hábito tabáquico en mujeres y una reducción en varones, aunque sigue habiendo una mayor proporción de estos últimos (27,9% de los varones son fumadores habituales frente al 20,2% de las mujeres).

Este aumento en el consumo del tabaco entre las mujeres está produciendo un aumento en sus enfermedades relacionadas. El 85-90% de los casos de cáncer de pulmón pueden atribuirse directamente al tabaco. De hecho, se ha establecido como el tercer tumor más incidente en mujeres desde 2019, según las cifras de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), frente a los varones, en los que esta incidencia va disminuyendo.

Aun así, se estima que para el año 2023, se detectarán 22.266 casos de cáncer de pulmón en varones y 9.016 en mujeres. Es importante tener en cuenta que estas estimaciones están realizadas sin tener en cuenta el efecto de la pandemia de la COVID-19 y por tanto estas cifras podrían diferir de las reales.

Además, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer tanto a nivel mundial como en España, siendo responsable de más de un 20% de las muertes por cáncer estimadas en 2020 según los datos de GLOBOCAN.

Además de afectar al propio fumador, el tabaco afecta también a los que conviven con él (fumadores pasivos). El tabaco, además, es un factor de riesgo para el desarrollo de múltiples tumores, incluyendo tumores de cabeza y cuello, esofagogástrico, vejiga, colorrectal, riñón y páncreas entre otros.

Se calcula que hasta el 20% de los fallecimientos por cáncer en Europa se deben al tabaco, y que cerca de la mitad de los fumadores fallecerán por causas relacionadas con el tabaco.

El tabaco tiene un efecto sinérgico con el consumo de alcohol, y es que el riesgo de ciertos tumores, como los carcinomas orofaríngeos o de esófago puede llegar a multiplicarse por 30 cuando se combinan ambos factores. No existe un nivel seguro de consumo de tabaco.

Además de ser un factor de riesgo para el desarrollo de tumores, seguir fumando impacta en la supervivencia de los pacientes con un cáncer ya diagnosticado. En pacientes con cáncer de pulmón, se asocia con complicaciones derivadas de los tratamientos, una reducción de la calidad de vida y una disminución de la supervivencia.

Debemos reseñar que el tabaco está relacionado con enfermedades no oncológicas como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares o las úlceras gastrointestinales, incrementando en un 70% el riesgo de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con su consumo.

Por todo ello, el no fumar se considera en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer y el resto de las enfermedades relacionadas con el tabaco. Debe priorizarse por tanto la deshabituación del hábito tabáquico, que es la única estrategia que se asocia con un beneficio tangible en salud.

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