Miele, marca líder en durabilidad, desafía la cultura del reemplazo

Miele

La obsolescencia programada en los electrodomésticos se ha convertido en una problemática real para la sociedad. Según datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas en 2019, cada año se generan en el mundo 50 millones de toneladas de desperdicios tecnológicos y electrónicos. Y es que, son muchos los fabricantes que se deciden a diseñar productos con una vida útil limitada con el objetivo de que se vuelvan obsoletos en un periodo de tiempo determinado. En la actualidad, los grandes fabricantes optan con cada vez más frecuencia por reemplazar en lugar de reparar, evidenciando la perdida de enfoque en términos de durabilidad y reparabilidad de los productos. Esto no sólo produce un impacto significativo en el medio ambiente a través de una gran cantidad de residuos electrónicos, sino también en los bolsillos de los consumidores que se ven obligados a gastar más con el fin de sustituir sus equipos.

Consciente del gran desembolso que supone comprar nuevos electrodomésticos, Miele lleva años comprometida con defender la durabilidad de sus productos animando a los consumidores a reflexionar sobre la idea de que “comprar menos es comprar mejor”. De hecho, es la única marca del mercado que testa sus productos para ofrecer una vida útil equivalente a 20 años.

Así, Miele ha sido reconocida como la marca más duradera del mercado por una encuesta de fiabilidad realizada por la organización de consumidores más importante de Europa, en la que ha participado más de 68.000 usuarios europeos, 7.443 de ellos españoles. Este mismo estudia revela que la duración media de grandes electrodomésticos como lavadoras o frigoríficos ronda los 12 años. En este sentido, Miele es el único fabricante que ofrece una ampliación de garantía de 10 años, hecho que pone de manifiesto su apuesta por reparabilidad del electrodoméstico

Con el objetivo de obligar a los fabricantes a aumentar la durabilidad de sus electrodomésticos, desde el 1 de enero de 2022, la ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo dicta que los fabricantes están obligados a ofrecer piezas de recambio durante 10 años desde la descatalogación con el objetivo de extender la vida útil de los equipos evitando su reemplazo. Además, la Comisión Europea presentó el pasado marzo una propuesta de directiva mediante la cual los vendedores estarán obligados a ofrecer la reparación gratuita del producto, excepto cuando sea más cara que la sustitución, con el propósito de contribuir a los objetivos del Pacto Verde Europeo, reduciendo residuos y promoviendo la durabilidad.

En este sentido, Miele mantiene un stock permanente de más de 70.000 recambios originales en su almacén central. Este hecho permite garantizar la disponibilidad de las piezas de recambio hasta 15 años después de que haya cesado la producción de los aparatos: como mínimo hasta 10 años después del fin de la producción en serie. Un punto más a favor de durabilidad de los electrodomésticos, garantizando su uso durante más tiempo. Con todo esto, la marca alemana defiende la durabilidad como la verdadera sostenibilidad y destaca que su compromiso les ha permitido posicionarse como la marca líder en desempeño ambiental dentro del sector, especialmente en emisiones de CO2, eficiencia energética y de recursos.

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