Las cuatro competencias digitales fundamentales en el sector salud

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Para 2030, se estima que habrá hasta 85 millones de puestos de trabajo sin cubrir en el mundo. Una de las razones de que tantos puestos queden sin cubrir es que las personas no poseen o no han recibido formación sobre las competencias técnicas o digitales necesarias para su trabajo. Actualmente, más del 90% de los empleos en Europa requiere algún tipo de competencia digital. En el caso de España, la tasa de profesionales con capacidades digitales básicas es superior a la media europea, un 64 % frente a un 54 %, y ha aumentado en los últimos años, según la Comisión Europea. Sin embargo, la escasez de expertos digitales avanzados en determinados verticales podría limitar este crecimiento.

El concepto ‘competencia digital’ puede tener un significado diferente según el sector, la persona o la organización”,explica Jesús Cabañas, director regional de PFU (EMEA) Limited, a Ricoh company. En profesiones como las de la sanidad, donde el objetivo principal es cuidar de la salud física o mental del paciente, no suele ser algo que se adquiera de forma natural.“Es posible, por ejemplo, que la formación en ciberseguridad y protección de datos esté muy abajo en la lista de prioridades de un médico o un enfermero, pero es un aspecto cada vez más importante ya que la cadena de seguridad es tan débil como el eslabón más débil, y dado que todos tienen acceso a los sistemas el riesgo se multiplica. Esta y otras competencias digitales permitirán a los profesionales del sector mejorar los procesos existentes y hacer aún mejor su trabajo principal”, continúa.

Al haber una parte de la atención al paciente que consiste en hacerse responsable de sus datos y documentos, desde PFU (EMEA) Limited insisten en que estos deben manejarse con precaución y cuidado, teniendo en cuenta las siguientes áreas en las que el personal sanitario necesita mejorar sus competencias.

1. Digitalización

Según un informe de Quocirca, sólo el 42% de las organizaciones está pasando a un entorno con menos papel, lo que significa que para la mayoría este seguirá formando parte de sus procesos diarios. En el caso de los centros sanitarios, el manejo y almacenamiento de documentos en papel suscita aún más preocupación, ya que incluyen datos de pacientes e información confidencial.

Para Jesús Cabañas, “aunque la digitalización no es necesariamente un proceso nuevo, va a ser cada vez algo más habitual, ya que las organizaciones se están esforzando en reducir costes en este turbulento clima económico; y encontrar soluciones que aumenten la productividad se convertirá en una prioridad estratégica”. Así, las herramientas de software que pueden escanear rápidamente la información, capturarla y transferirla directamente a los sistemas online son un gran ejemplo de solución rápida y sencilla que también aporta numerosas ventajas empresariales.

2. Seguridad de los datos

La seguridad de los datos confidenciales de los pacientes forma parte de una buena atención sanitaria y, dado que las filtraciones de datos son cada vez más frecuentes y los ciberdelincuentes actúan de forma más sofisticada que nunca, es imprescindible que los empleados que trabajan en este sector tengan cierto nivel de comprensión y concienciación en materia de ciberseguridad. Identificar un posible correo electrónico de phishing, ser consciente de los protocolos en torno a las conexiones WiFi y, en general, saber cómo se utilizan los datos de los pacientes, son habilidades que todos los profesionales de la salud deben poseer.

Y no son sólo los datos online los que deben tener en cuenta los profesionales sanitarios, los documentos en papel también suponen un riesgo para la seguridad, sobre todo cuando no se almacenan adecuadamente o no existe un proceso para destruir las copias físicas. “Garantizar que los centros de trabajo dispongan de copias digitales elimina el riesgo potencial de que se pierda información valiosa, por lo que es imprescindible educar al personal en estos protocolos”, apunta el directivo de PFU (EMEA) Limited.

3. Inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en una de las tecnologías más destacadas, provocando importantes avances como ChatGPT, que ha dado el pistoletazo de salida a la carrera de los chatbots de IA. “Todos los sectores pueden beneficiarse de ella, adelantarse a la tendencia y comprender cómo puede influir en su área y dónde puede agilizar los flujos de trabajo, lo cual supone una gran ventaja para el futuro”, incide Jesús Cabañas.

Los algoritmos que pueden analizar datos y extraer información con pulsar un botón son sólo uno de los muchos aspectos de la IA que ayudarían a mejorar la productividad. Y muchas de las herramientas que la incorporan no requieren conocimientos muy técnicos para poder utilizarlas en el día a día. Lo importante es averiguar cómo, dónde y cuándo pueden integrarse en los sistemas y procesos existentes. No se trata necesariamente de dominar la tecnología, sino de comprenderla y tener acceso a ella en los momentos adecuados.

4. Aplicaciones para compartir conocimiento

El intercambio fluido de información es fundamental en los entornos actuales de trabajo, especialmente ahora que la mayoría de las empresas están adoptando un sistema híbrido o digital y tienen a sus plantillas dispersas. No sólo permite una mayor productividad y una organización más conectada, sino que los procesos de comunicación son claros e inclusivos, lo que también puede ser clave para retener el talento en la empresa. El anterior informe de Quocirca señala que la digitalización puede mejorar el intercambio de conocimiento entre sectores, ya que extrae datos inmediatamente y los almacena en los lugares adecuados para que todo el mundo pueda acceder a ellos en cualquier momento. “No cabe duda de que el desarrollo de estas competencias digitales no es algo que se produzca de la noche a la mañana, tanto en el sector sanitario como en cualquier otro. Van a ser necesarias varias etapas de aprendizaje y formación antes de que todo el personal se sienta cómodo y seguro con los nuevos procesos. Para poder seguir ofreciendo la mejor atención al paciente, las habilidades digitales no sólo deben tenerse en cuenta, sino que deben ser prioritarias”, concluye Jesús Cabañas.

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