El pasado sábado 10 de febrero tenía lugar en el Palacio de la Paz de Fuengirola un concierto muy particular, el cual ya había sido presentado dos semanas antes en el Teatro Cervantes de Málaga con un éxito más que notable en cuanto a aceptación y asistencia de público, por lo que la expectación se palpaba en el ambiente. Eran las 19:00 horas y estaba a punto de comenzar un espectáculo que no iba a dejar indiferente a ninguno de los espectadores que esa estupenda tarde guardaba una larga cola desde las 18:30 horas para entrar al recinto, cuyo aforo de 680 butacas quedaba cubierto por completo en el momento en que se encendieron las luces del escenario para dar la bienvenida a los músicos que configuraban la plantilla de la Joven Orquesta Provincial de Málaga.
Con el título «Café del Mundo -Symphonic- con la JOPMA», el dúo de guitarristas alemanes formado por Jan Pascal y Alexander Kilian (Café del Mundo) proponían su proyecto musical más reciente, un concierto sinfónico con un formato sin solución de continuidad estructurado en tres bloques, en los que escuchamos un repertorio de temas muy diversos en el que estuvieron presentes los ritmos y sonoridades propias del Flamenco, del Jazz, de la música porteña, de la tradicional celta y el mundo zíngaro, de la música de películas e incluso de la música latina, techno, pop y rock actuales.
Cierto es que es tipo de propuestas, donde se fusionan las temáticas y estéticas mencionadas con el arropamiento de una orquesta sinfónica, no siempre salen bien, «en esta ocasión descubrirnos el sombrero dando una especial relevancia a los arreglos» y adaptaciones realizados por el compositor alemán Christian David Rheber, los cuales cuidaron en todo momento el equilibrio entre las magistrales y virtuosas intervenciones del dúo de guitarristas y la orquesta, la cual demostró en todo momento estar al nivel de una orquesta profesional en cuanto a su calidad musical y sonora, así como a la disciplina mostrada durante todo el concierto. Y por supuesto, no pasamos por alto al encargado de que todos los diferentes elementos que estaban presentes en el escenario pudiesen ensamblarse con total precisión permitiendo además un diálogo entre ellos con el protagonismo que en cada momento necesitaban, el experimentado director de orquesta malagueño Juan Paulo Gómez, quien desde hace cuatro años ostenta el cargo de director musical y artístico de esta orquesta, la cual da muestras desde entonces de una evolución continuada y una proyección futura sin precedentes.
Juan Paulo Gómez, quien además es director titular de Iberian Sinfonietta, cuya temporada de conciertos se realiza precisamente en este auditorio, y compagina su faceta artística con la de Catedrático de Dirección de orquesta en el Conservatorio Superior de Música de Málaga, demostró en todo momento un control magistral de la masa sonora y supo mostrar la gran experiencia que tiene en este tipo de proyectos sinfónicos de fusión. Hay que recordar que ya dirigió en 2003 el Concierto flamenco de un marinero en tierra de Leo Brouwer junto al guitarrista flamenco Vicente Amigo y la Orquesta de Córdoba, en 2017 el espectáculo «Mercé Sinfónico» con el cantaor José Mercé, donde además fue autor de los arreglos sinfónicos, así como junto al pianista Dorantes en «Horizontes». Desde hace años viene demostrando la versatilidad y capacidad de adaptación que tiene a la hora de abarcar todo tipo de literaturas y estilos musicales, cosa nada frecuente en la gran mayoría de los directores de orquesta actuales, una semana antes en este mismo auditorio el maestro Juan Paulo Gómez interpretató la «Sinfonía 103» de Haydn o la «Sinfonía Clásica» de Prokofiev.