Kincentric analiza las cualidades que debe tener el líder de una empresa

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Este año el período estival ha llegado marcado por la convocatoria de las elecciones generales. Los ciudadanos tienen que tomar una decisión que muchas veces se realiza sin analizar toda la información posible y sin evaluar cuáles son las competencias claves en materia de liderazgo que debería tener un buen líder. 

Para dirigir un país, se necesitan las mismas competencias que para liderar una empresa, pero agrandadas. Es una responsabilidad elegir un líder capaz de dirigir una nación que destaque por unas finanzas sanas, planes estratégicos claros, que inspire a sus ciudadanos a asumir los retos, cuente con un gabinete alineado, equipos de trabajo sólidos y tenga influencia en la región.

En una empresa esta decisión, además, la mayoría de las veces no se hace de forma democrática, sino intuitiva, aunque cada vez son más las herramientas disponibles para evaluar el desempeño de los líderes con miras a mejorar el rendimiento y el bienestar de la empresa y sus trabajadores. Y es que cabe preguntarse: «si también fueran las elecciones en una empresa, ¿a quién votarían los empleados?». Para que esta decisión se pueda tomar con el mayor nivel de conocimiento es posible aplicar distintas herramientas como las evaluaciones 360º. Un círculo completo de análisis que incluye desde la evaluación propia a la de compañeros, subordinados, jefes y otros equipos de trabajo. 

«Es una fórmula para conseguir una fotografía de nuestro propio perfil laboral. Nos permite identificar nuestras fortalezas y debilidades para poder trabajar sobre ambas», señala Ana Sarmiento, responsable de Leadership Assesment & Development en Kincentric. En determinadas ocasiones, estas evaluaciones también son útiles para detectar fortalezas ocultas, es decir, aquellas cualidades de las que no son conscientes y que, sin embargo, tienen un gran valor para el entorno. 

Otra herramienta muy utilizada para la evaluación de los líderes son las evaluaciones de estilo directivo. Estas, a través de la formulación de una serie de preguntas permite entender el carácter del ejecutivo, cómo trabajará, interaccionará y guiará a otros. 

Un liderazgo acorde a las circunstancias
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No hay un liderazgo mejor que otro. Lo que hay es un liderazgo más adecuado a las circunstancias», señala Sarmiento. Es evidente que una empresa no requiere lo mismo en una situación de incertidumbre económica que en un momento de disrupción tecnológica. Ahora bien, los años de investigación en el terreno del liderazgo de empresas permiten que se tenga claridad de las competencias que suelen tener mayor peso en el contexto organizacional. Estas son las seis competencias más buscadas: 

  1. Impulsar resultados: orientación a cumplir y superar los objetivos financieros y a producir bienestar económico.
  2. Actuar estratégicamente: habilidad para prever problemas complejos de largo plazo y desarrollar la visión y las estrategias que permitan a las personas entenderlos y avanzar.
  3. Liderar el cambio: alinear e impulsar a las personas y organizaciones en torno al cambio mediante un esfuerzo coordinado. 
  4. Liderar personas: enfocar, alinear y empoderar a los colaboradores para ejecutar en torno a una visión y un propósito común.
  5. Desarrollar el talento: construir y desarrollar equipos y organizaciones que tengan un alto desempeño tanto en el presente como en el futuro. 
  6. Colaborar e influenciar: habilidad para influenciar y trabajar de manera conjunta con personas sobre las que no se tiene autoridad. Capacidad para crear alianzas, vínculos sólidos y lograr compromisos. 

Hay líderes de muchos calibres. Una persona puede destacar a nivel individual, dirigiendo un equipo, una gran organización, e incluso una industria como en el caso de Steve Jobs. Un ejemplo excepcional, ya que logró transformar las reglas del mercado.

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