Filmin estrena el próximo viernes 14 de junio, en exclusiva en España, el drama de época checo «El mundo de ayer», dirigido por Matej Chlupacek («The Committee»), que concursó en la sección oficial del Festival de Karlovy Vary. La película recibió 12 nominaciones a los Premios León checo, los galardones de cine y televisión otorgados anualmente por la Academia Checa, y está ambientada en 1937. Narra la historia de Helena, una joven a punto de dar a luz y casada con el exitoso director de una fábrica. Su vida de ensueño choca de frente con la realidad cuando un día descubre en la fábrica de su marido el cadáver de un bebé intersexual. Helena trata entonces de entender lo ocurrido mientras teme por la seguridad de su propio bebé.
«El mundo de ayer» bebe de diversas fuentes. En primer lugar, parte de una historia real que ocurrió en otro tiempo y lugar pero que posee los mimbres de esta película. Además, el director Matej Chlupacek habla de dos libros como inspiración: «La idea principal de la película surgió de un libro del profesor František Hájek, al que se hace referencia en la película. Se publicó en 1937, y fue el primer libro que exploró la intersexualidad, por primera vez en la República Checa y tal vez en toda Europa». El segundo libro inspiró el título internacional de la película, «We Have Never Been Modern»: «Está basado en un libro de Bruno Latour, un famoso antropólogo francés que escribió un libro llamado Nunca hemos sido modernos en los años 90. Trata del choque entre la modernidad y la vieja naturaleza. Es muy interesante. Nos dirigimos a Bruno Latour y a la Universidad de Harvard, que publicó el libro, para preguntarles si podíamos ponerle su título a la película. Latour leyó el tratamiento de guion y dijo que sí. Lamentablemente, murió dos semanas después. Así que todo estuvo bien, pudimos usar el título, pero falleció antes de poder ver terminada la película», recuerda Chlupacek.
El choque entre lo viejo y lo nuevo define el tema de la película, al reflexionar sobre cómo se abordaban la transexualidad y la intersexualidad en los años 30 del siglo pasado, una época que el director considera muy similar a la actual: «Creo que hemos llegado al punto en el que lo tenemos todo. Estamos muy, muy bien. Hay una guerra en Ucrania, pero nuestra vida social no está fuertemente influenciada por ella. Es muy similar a la época de la película. Los personajes están viviendo una vida color de rosa, todo es genial. La arquitectura es moderna, son muy ricos y, básicamente, pueden permitirse cualquier capricho. Pero no saben que dentro de dos años estarán muertos o tendrán que reestructurar toda su vida.», explica, haciendo referencia al estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939.
La comunidad trans fue una fuerte inpiración para la película, interviniendo en la escritura del guion e incluso en la reescritura de su final. Además, uno de sus personajes, Saša, está interpretado por un hombre trans, Richard Langdon, que ni siquiera era actor antes de participar en «El mundo de ayer»: «Sabíamos que queríamos a alguien trans para interpretar a Saša. Pero no hay ningún actor real en la República Checa o Eslovaquia que sea trans. Entonces tuvimos que encontrar a alguien que no fuera actor. Buscamos en Google y descubrimos a Richard, un trabajador social que ofrece ayuda psicológica a las personas que están en la misma situación que él».
En el reparto, junto a Richard Langdon (Mejor Actor en el Festival de Salónica por su papel en el film) encontramos a Eliska Krenková («Los límites del amor»), Milan Ondrík («Que se haga la luz») y Marian Mitas («La casa de la esperanza»), entre otros.