Con el verano en su máximo apogeo, parte de la población española está ya de vacaciones mientras otra tanta espera a que le llegue el turno. Con el afán de llevarse la música a otra parte, muchos usuarios deciden en estas fechas adquirir o renovar sus dispositivos de reproducción musical.
Piscinas, playas, pantanos, ríos… El agua está siempre al acecho: es el enemigo de los equipos de audio y de electrónica en general. Por este motivo, desde hace años se ofrecen diferentes estándares de protección frente a agua, polvo y otros elementos.
Los altavoces son estructuras delicadas. Cuentan con una bobina móvil, el diafragma, la batería… Todo tiene que estar debidamente acomodado tanto entre sí como en la estructura del equipo. Las vibraciones durante su transporte pueden dañarlo, alterar su sonido. Pero el agua tiene un efecto aún más devastador. No es necesario que caiga un chaparrón, una leve capa del rocío después de una noche de diversión puede acabar con la vida del dispositivo.
Por ello, además de una carcasa robusta, a prueba de golpes y vibraciones, es imprescindible una estándar que garantice su estanqueidad, que lo aísle del agua.
La industria establece diferentes certificaciones en función del nivel de protección frente a los efectos del fluido vital. Se identifican con las letras ‘IP’ (Protección Internacional) seguidas de dos números. El primero indica el nivel de protección frente a objetos sólidos (polvo, arena, etcétera), el segundo el de la exposición al agua.
Si una de las dos opciones no se ha probado explícitamente, se coloca una X en lugar de un dígito. La especificación se consigue a través de procedimientos de ensayo normalizados internacionalmente. Así las cosas, los dispositivos probados con protección contra el agua cuentan por lo general con cierto nivel de estanqueidad frente al polvo. En función de lo expuesto, estas son las certificaciones más comunes:
- IPX5: Protección contra chorros de agua procedentes de todas las direcciones
- IPX6: Protección contra fuertes chorros de agua
- IPX7: Protección contra inmersión temporal (al menos a un metro de profundidad durante 30 minutos)
- IPX8: Protección contra inmersión permanente
“En Teufel nos preocupamos por ofrecer a nuestros usuarios el mejor sonido posible en cualquier lugar, por ello, ofrecemos dentro de nuestro catálogo diferentes modelos de altavoces portátiles para exteriores que garantizan una protección contra el agua desde el IPX5 al IPX7”, señala Sandra Aguilar, Country Manager España de Teufel.
Cuenta con protección IPX7, por lo que las inmersiones en agua no serán un problema. El ROCKSTER GO cuenta con un potente sistema estéreo con tecnología Dynamore que garantiza un potente sonido. Su batería alcanza las 12 horas de uso y la integración de bluetooth aptX permite una transmisión de audio sin pérdidas. Lleva un sistema manos libres incorporado y una tarjeta de sonido para conectarlo tanto al PC como al ordenador portátil.
PVP: 129,99 euros
Disponible en la tienda de Teufel.
Con una carcasa que absorbe con muchas garantías los golpes, dispone de protección IPX5 y una potencia fuera de lo normal, incluso en exteriores, gracias a sus dos tweeters y su contundente subwoofer. Pesa 2,4 kilos y está dotado de la posibilidad de conectarle dos smartphones y realizar llamadas telefónicas o videollamadas a través de Facetime y Skype, además de integrar bluetooth aptX. Su batería dura 16 horas.
PVP: 249,99 euros
Disponible en la tienda de Teufel
BOOMSTER GO
Se trata de un altavoz ‘take away’ de manual. Con un tamaño que permite llevarlo cómodamente en la palma de la mano, dispone de certificación IPX7 y es perfecto para llevarlo a cualquier parte, gracias a su cómoda banda de transporte -se puede anclar a una mochila, al cinturón, etcétera-. Su eficiente amplificador de clase D, desarrollado en Berlín, le permite reproducir música durante 10 horas seguidas.
PVP: 79,99 euros
Disponible en la tienda de Teufel