Filmin estrena en exclusiva en España, el próximo 19 de julio, «No esperes demasiado del fin del mundo», la décima película del director rumano Radu Jude, una de las figuras imprescindibles para entender el cine de autor en los últimos años. Jude, que ganó el Oso de Oro del Festival de Berlín con su anterior obra, «Un polvo desafortunado o porno loco» (2021) nos ofrece de nuevo una fascinante y compleja caricatura de la sociedad moderna, el papel de los medios de comunicación y la publicidad. Un collage irreverente cuyo hilo central es la presencia de Angela (Ilinca Manolache), una asistente de producción que recorre Bucarest en su coche preparando el rodaje de un anuncio sobre riesgos laborales para una empresa rumana. Conduciendo durante extenuantes e inhumanas jornadas de trabajo, Angela debe encontrar al protagonista ideal para el spot, así que se entrevista con diversas víctimas de accidentes laborales. En paralelo, la película intercala fragmentos de la película «Angela merge mai departe» (Lucian Bratu, 1982), en una de las múltiples licencias artísticas que vertebran la película.
A diferencia de otras road movies como «Easy Rider» o «Thelma & Louise», aquí el viaje sobre cuatro ruedas de Angela es lo contrario a un soplo de libertad. «Creo que es porque la película está relacionada con el trabajo y, como dijo Godard, no vemos mucho trabajo en el cine. Cuando se trata de trabajo, ya no es libertad», explica el director, que cita como referencia «Cosmópolis», la novela de Don DeLillo: «La primera parte de esta película es como Cosmópolis, pero con una persona de clase trabajadora, no con una limusina, sino con un coche de mierda. Toda su vida está conectada a este coche». El tránsito de Angela rima con los fragmentos de «Angela merge mai departe», película sobre la vida de una mujer taxista, también llamada Angela, en la Rumanía de Ceaușescu.
Al mismo tiempo, «No esperes demasiado del fin del mundo» es una reflexión socarrona sobre la creación de imágenes, en la que Angela, a través de un filtro de Instagram, se convierte en el gurú misógino Andrew Tate. «Todo esto está presente a nivel superficial, como se suele decir, pero es que la película solo tiene este nivel. Es una película de superficies, una película sin profundidad», afirma Jude, que cree que el cine es «el proceso de registrar la realidad y transformarla en imágenes en movimiento», por lo que dentro de su idea de cine caben desde la publicidad a los vídeos virales de Youtube o el cine porno.
La protagonista de «Angela merge mai departe», Dorina Lazar, también aparece en la película, ahora con más de 80 años. La actriz pidió leer el guion antes de rodar la película, pero Jude le dijo que era una película improvisada. Advertida del potencial abrasivo de su cine, Lazar dijo que aceptaba, pero que no quería estar en ninguna escena o situación vulgar. Obviamente, eso no fue lo que ocurrió. «Seré castigado en el infierno por esto…» bromea Jude, que tiene su propia visión sobre qué significa la vulgaridad: «Para mí, la vulgaridad es usar el poder para humillar a alguien. Eso es mucho más vulgar que usar las palabras coño o joder. Pero para mucha gente, no. Por eso, la vulgaridad todavía tiene el poder de ofender a diferentes tipos de personas por diferentes razones». El director también rechaza a aquellos que afirman que su cine es elitista porque no es comercial ni, supuestamente, accesible para el gran público. «Cada vez que oigo a un director decir de que su película está pensada para el público, para mí eso es elitismo, tratar a los espectadores como si fueran inferiores. Intento ofrecer lo mejor de lo que soy capaz. Nunca pienso que son tan estúpidos como para no entender lo que estoy haciendo.», concluye Jude.
«No esperes demasiado del fin del mundo» ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Locarno, y el premio a la Mejor Película de la sección Albar del Festival de Gijón. Ahora forma parte de la programación de Atlàntida Mallorca Film Fest 2024, el festival de cine de Filmin cuya edición online se celebra del 19 de julio al 19 de agosto. Junto a Ilinca Manolache, en el reparto del film, destaca la presencia de la actriz alemana Nina Hoss («Phoenix») y el inesperado cameo del célebre Uwe Boll, para algunos el peor director de cine de la Historia.