Mirando hacia Oriente en busca de inspiración: cómo Japón está innovando para un futuro mejor

Fujitsu

Por Martin Schulz, economista jefe de políticas de Fujitsu.

Japón es conocido desde hace tiempo por su innovación y excelencia tecnológica e industrial. Sus robots, su electrónica avanzada, sus videojuegos, sus trenes bala y su ingeniería automovilística son campos en los que el país ha tenido un impacto significativo en el mundo. Sin embargo, ser el primero o el mejor en tecnología y soluciones industriales ya no es el sello distintivo más importante de la innovación de Japón para las personas, las empresas y la sociedad.

Mientras el mundo se prepara para afrontar las megatendencias que influirán en las economías mundiales durante las dos próximas décadas, como el envejecimiento de la población, las preocupaciones medioambientales y la omnipresencia cada vez mayor de las tecnologías avanzadas de inteligencia artificial, Japón está mostrando cómo las empresas deben planificar estratégicamente estos cambios. Además de adoptar una mentalidad innovadora, el mensaje claro de Japón es que los líderes empresariales deben aceptar ideas nuevas y enfoques únicos para crear un futuro mejor. Dé la bienvenida a la empresa del futuro, donde el énfasis en la innovación gira en torno al desarrollo de nuevos métodos más eficientes, sostenibles e inclusivos.

Innovación para el bien: motores para convertirse en una empresa mejor.

Existe una creencia cada vez más extendida entre las empresas japonesas, que se repite en todo el mundo, de que las prácticas empresariales del siglo XX no son adecuadas para hacer frente a la realidad económica del siglo XXI. En su lugar, las empresas deben organizarse y gestionarse según nuevas normas y valores. Se ha producido un cambio significativo en el enfoque, pasando de la competencia por la cuota de mercado y los beneficios netos a poner más énfasis en la innovación y el valor añadido en áreas como el medio ambiente, la sociedad y la economía, además de nuestro legado para las generaciones futuras. En otras palabras, en un mundo cada vez más complejo y frágil, las empresas deben transformarse en
un motor de creación de valor sostenible y duradero para seguir siendo relevantes.

El Foro Económico Mundial destaca los retos críticos a los que se enfrentan las empresas del siglo XXI y señala que los líderes empresariales que deseen mantener una ventaja competitiva deben adaptarse a un panorama empresarial remodelado por la degradación medioambiental, la inestabilidad geopolítica y las crecientes desigualdades económicas y sociales.

Para abordar estas cuestiones, el Gobierno japonés ha puesto en marcha su Programa de Innovación Estratégica (SIP). Este programa apoya «misiones» de innovación en todos los ministerios e industrias, desde «proyectos ambiciosos» en el diseño cuántico y biotecnológico hasta aspectos sociales esenciales como la atención sanitaria integrada y el diseño de la movilidad. Animadas por estos programas, las empresas japonesas están desarrollando ecosistemas basados en el valor que se integran más allá de las cadenas de suministro establecidas. Comparten un objetivo común y el desarrollo de tecnología, desde la integración de la inteligencia artificial hasta los diseños más avanzados de baterías y chips.

Para hacer realidad su visión de convertir a Japón en un modelo de innovación que inspire al mundo, esta colaboración cuenta ahora con la participación del sector público, la comunidad científica, las instituciones educativas, las empresas y las entidades financieras.

Examinemos tres áreas en las que el ADN innovador de Japón ya está dando pasos importantes para abordar los retos globales.

  1. El medio ambiente
    Japón se ha convertido en un líder mundial innovador en tecnologías limpias, abordando problemas medioambientales como las emisiones de carbono, la contaminación atmosférica y los flujos de residuos generados por la rápida urbanización. El país está aprovechando innovaciones clave como la inteligencia artificial (IA) y la automatización para reducir el consumo de energía y los residuos industriales, disminuir la contaminación y optimizar las rutas de transporte de la cadena de suministro. Además, Japón es líder mundial en el desarrollo de tecnologías de baterías, cadenas de suministro de hidrógeno y la reinvención de la producción química con el uso de bioplásticos. Comprometido con alcanzar la neutralidad en carbono para 2050, a pesar de los retos que plantean los desastres medioambientales, que van desde devastadores terremotos y tsunamis hasta la creciente amenaza de los tifones, el Gobierno japonés se centra en alinear la descarbonización con la seguridad y la creación de riqueza social. Para contribuir a este progreso, el Gobierno apoya iniciativas de reducción de carbono e invierte en tecnologías como el almacenamiento de energía, la energía solar de capa fina y las infraestructuras inteligentes, que crean valor inmediato y a largo plazo para los hogares. Con este enfoque, el Gobierno japonés hace hincapié en la importancia de convertir las ideas teóricas en realidades prácticas.
    Por lo tanto, no es de extrañar que Japón haya sido el primero en electrificar los vehículos mediante el desarrollo de tecnologías híbridas prácticas que se transforman gradualmente en la electrificación total del transporte personal. Para mantenerse abierto a diferentes tecnologías a nivel mundial, el Gobierno y las grandes empresas están colaborando con empresas de Australia y Oriente Medio en la producción y distribución de hidrógeno. Otras iniciativas se centran en el desarrollo de biocombustibles para aviones, que se espera que se conviertan en una alternativa asequible y neutra en carbono al combustible estándar para aviones en 2030, y en un hormigón de alta tecnología que absorbe dióxido de carbono al endurecerse.
  2. Ciudades «inteligentes» sostenibles
    Japón está aprovechando la tecnología para crear ciudades preparadas para el futuro que ofrezcan un entorno seguro y protegido para que las personas puedan vivir y trabajar. Esto incluye avances en tecnologías de detección y monitorización que permiten a los niños y a las personas mayores vivir cómodamente mientras se protege su privacidad. Otras iniciativas se centran en sistemas de transporte inteligentes e integrados que reducen los accidentes, las emisiones de carbono y la congestión. Las tecnologías de construcción eficientes están contribuyendo a demoler rascacielos antiguos con un menor impacto medioambiental, a construir estructuras resistentes a los desastres y a utilizar materiales autorreparables que prolongan la vida útil de los edificios.
    En las principales ciudades de Japón, incluida la zona metropolitana de Tokio, con 34 millones de habitantes, el concepto de ciudades inteligentes de 15 minutos, que proporcionan acceso local a todos los servicios esenciales, es una realidad desde hace décadas. En casi todas las esquinas hay tiendas de conveniencia y pequeños supermercados muy eficientes, mientras que la logística avanzada entrega casi cualquier producto en la puerta de casa en el mismo día, cada vez más en bicicleta para cubrir el último tramo. Yamato, la empresa líder en logística y transporte de Japón, y su socio tecnológico Fujitsu acaban de lanzar una iniciativa denominada «Transporte compartido sostenible», que ofrece una plataforma tecnológica abierta y servicios de transporte consolidados que permiten reducir drásticamente las emisiones y las horas de trabajo de los camiones para las entregas en todas las regiones, sectores y cadenas de suministro. Otras grandes empresas, como Panasonic y Toyota, están trabajando con socios en conceptos integrados de ciudades inteligentes. La Fujisawa Smart Sustainable Town y la Woven City, por ejemplo, se encuentran en el centro de las tecnologías urbanas prácticas para la autonomía, la robótica, la movilidad, los hogares inteligentes y la inteligencia artificial in situ.
  3. Abordar el punto de inflexión demográfico
    El envejecimiento de la población japonesa ha provocado una contracción de la población en edad de trabajar desde la década de 1990. En 2030, casi el 40 % de los trabajadores japoneses tendrán 55 años o más. Más de una de cada diez personas en el país ya tiene 80 años o más. Este cambio demográfico está afectando ahora a un número cada vez mayor de economías del mundo desarrollado. El impacto de este cambio demográfico es profundo. Japón ha estado incurriendo en déficits públicos para hacer frente al gasto relacionado con el envejecimiento y garantizar la solvencia de sus sistemas de seguridad social durante la transición. Para 2040, Japón se enfrentará a una escasez de mano de obra de alrededor de 11 millones de trabajadores.
    Esto requiere un nuevo enfoque de la innovación y el liderazgo en el uso de la tecnología y
    los servicios para satisfacer las necesidades de la economía plateada, es decir, las personas de 50 años o más.
    Por ejemplo, los avances en la domótica, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y la salud electrónica pueden mejorar la calidad de vida y permitir que las personas mayores se mantengan activas y productivas, al tiempo que crean nuevas oportunidades de negocio para las empresas. También está aumentando la inversión en iniciativas de transporte de movilidad como servicio (MaaS) en ciudades y zonas rurales, ya que cada vez más personas mayores tienen dificultades para conducir y dependen de servicios más centralizados, lo que contribuye a reducir la brecha digital entre las zonas rurales y urbanas. Otro aspecto clave es el desarrollo de agentes de IA y compañeros robóticos que apoyen los sistemas de atención integrada basados en la comunidad.
    En lo que respecta a los retos nacionales en materia de mano de obra, el Gobierno está animando a los trabajadores de más edad a permanecer más tiempo en el mercado laboral, garantizando la conservación de sus conocimientos y experiencia y permitiendo a los empleados mantener sus ingresos y su estilo de vida durante más tiempo. Dado que el 40% de las empresas japonesas emplean actualmente a trabajadores de 70 años o más, se han vuelto fundamentales las innovaciones técnicas, como la formación adaptativa basada en la IA y la mejora de las competencias de los empleados de más edad, así como las inversiones en agentes de servicios basados en la IA y robots colaborativos que trabajan junto a profesionales experimentados para ayudar en tareas difíciles.
    En este sector de la economía, la innovación con las últimas tecnologías para aprovechar la experiencia de las personas mayores promete tener un gran impacto. Se están creando nuevas fuentes de ingresos gracias al aprovechamiento de la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV), desarrolladas a partir de la vanguardista industria japonesa de los videojuegos y que se están implementando en todos los sectores para permitir nuevas formas de trabajar y hacer negocios.

Apostar por la empresa regenerativa

Las empresas japonesas actuales están redefiniendo el enfoque de la innovación para abordar los retos sociales y globales. Al hacerlo, están reconsiderando la esencia misma de las empresas y cómo el gobierno y la industria pueden colaborar para alcanzar objetivos ambiciosos.

Al redefinir el propósito de las empresas y fomentar la innovación, Japón está liderando la aplicación de tecnologías de vanguardia para crear un mundo más equitativo, sostenible y próspero para todos.

Los innovadores japoneses están aprendiendo a ir más allá de los modelos de negocio tradicionales y a combinar disciplinas innovadoras de forma creativa para resolver problemas. Esto incluye la preservación de recursos valiosos, el fomento de espacios de vida y de trabajo más seguros e inclusivos para todos, y la creación de ciudades sostenibles diseñadas en torno al bienestar humano. En un mundo cada vez más complejo y con mayores oportunidades tecnológicas, el enfoque de Japón hacia el desarrollo colaborativo, que tiene como objetivo no dejar a nadie atrás, debería adoptarse mucho más allá de sus fronteras.


Martin Schulz es economista jefe de políticas de Fujitsu.

El trabajo de Martin en la empresa líder en servicios TIC de Japón se centra en el impacto de la digitalización, la política económica y la estrategia corporativa.

Imparte clases en la Mercator School of Management y es voluntario en el Open Footprint Forum, una iniciativa global.

Sus análisis se difunden ampliamente en los medios de comunicación internacionales, con entrevistas periódicas en Bloomberg, CNBC, NHK, etc.

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