El mindfulness, práctica y estado mental que consiste en centrarse deliberadamente en el presente y liberarse del apego al pasado o al futuro, está ganando reconocimiento por su impacto positivo en el proceso de aprendizaje.
En esta línea, un estudio realizado por la Revista Europea de Psicología de la Educación concluye que esta técnica ayuda a los estudiantes a aumentar su concentración y su capacidad de atención, así como a desarrollar su inteligencia emocional y social.
Todos estos beneficios pueden conducir a un mejor rendimiento académico y a una sensación general de bienestar. De hecho, según un estudio desarrollado por la Universidad de Valladolid (UVA), la docencia que incluye técnicas de mindfulness puede empezar a incorporarse en aulas del 2º ciclo de educación infantil y conseguir muchos beneficios para los alumnos.
Con ello, Macmillan Education, empresa líder en contenidos educativos, ha dedicado esfuerzos significativos en el desarrollo de proyectos educativos innovadores que incorporan mindfulness especialmente diseñados para trabajar en el aula, con instrucciones para el profesorado.
Entre ellos se encuentran dos métodos de inglés primaria “Lead The Way” y “Way to Go!”, que ofrecen una variedad de elementos altamente efectivos y que pueden ser integrados de manera sencilla en la dinámica escolar.
Estos elementos incluyen tarjetas de actividades de mindfulness, las cuales proporcionan ejercicios prácticos para ayudar a los estudiantes a enfocar su atención y regular sus emociones de manera efectiva. Además, se brinda acceso a prácticas guiadas en video.
Por un lado, de cara al alumnado se ofrecen prácticas guiadas por video animaciones que están ajustadas a la madurez de los estudiantes. Por otro lado, se ofrecen videos formativos para el profesorado en los que, Emma Reynolds, autora del material, ofrece consejos sobre cómo integrar el mindfulness en la enseñanza.
Esta técnica se presenta como una herramienta valiosa para los educadores, ya que les permite fomentar el desarrollo de habilidades clave en los estudiantes. Al incorporar estas prácticas en el entorno educativo, se brinda a los alumnos la oportunidad de fortalecer su autorregulación emocional, enfoque y bienestar general.
Según Emma Reynolds, profesora de mindfulness y autora de los materiales que giran en torno a este tema en los métodos de inglés Lead the Way y Way to Go! de Macmillan Education, «Al implementar atención plena a la enseñanza, los profesores pueden cultivar una atmósfera en la que los alumnos sean emocionalmente estables, estén concentrados y en equilibrio.”
La salud mental, un problema en España
El estudio realizado por Unicef, ‘Estado Mundial de la Infancia: En Mi Mente’, reveló que, en España, el porcentaje de adolescentes de 10 a 19 años a los que se ha diagnosticado un problema de salud mental es del 20,8%, con un 21,4% de chicas y un 20,4% de chicos afectados, lo que lo convierte en el más alto de Europa con este tipo de dolencias entre niños y jóvenes.
Por otro lado, numerosos estudios realizados por especialistas en psicología y pedagogía de la Universidad Pontificia de Comillas señalan que comenzar con programas que integren mindfulness en edad escolar reduce la posibilidad de sufrir problemas psicológicos en la adolescencia.
Ante esta situación, cobra especial relevancia que los docentes dispongan de herramientas para ayudar a los alumnos a afrontar y gestionar sus problemas de salud mental. La educación tiene un papel fundamental en la detección temprana, el apoyo y la intervención en casos de trastornos mentales en la población joven.