Los pediatras alergólogos de la Sociedad Española de Inmunoterapia y Alergia Pediátrica (SEICAP) recomiendan la introducción precoz de los alimentos en niños entre 4 y 6 meses de vida para prevenir la alergia alimentaria. Según un estudio publicado en The Journal of Allergy and Clinical Inmunology el consumo de alimentos a esta edad, sobre todo en niños con dermatitis atópica moderada, previene la alergia alimentaria.
“La recomendación que hacemos es la introducción precoz de los alimentos, entre los 4-6 meses molidos en cremas o en leche. Además, es importante dar tomas frecuentes, una vez iniciada la ingesta de un alimento nuevo en la dieta, no tomas ocasionales”. asegura la doctora Laura Valdesoiro Navarrete, coordinadora del Grupo de Trabajo de Alergias Alimentarias de la SEICAP.
En la mesa redonda Inmunoterapia oral a alimentos: avanzando más allá de leche y huevo del XLVII Congreso de la SEICAP, que tiene lugar hasta hoy en Palma de Mallorca, los expertos han abordado la inmunoterapia oral a alimentos más allá de la leche y el huevo: cereales, pescado y cacahuete.
La Dra. Valdesoiro destaca que la inmunoterapia oral con alimentos (ITO) “es una opción de tratamiento que se realiza en los pacientes que presentan alergias alimentarias con el que se intenta modificar la respuesta del sistema inmunitario del organismo frente a aquellos alimentos a los que el paciente es alérgico”.
La inmunoterapia oral consiste en la administración de dosis crecientes del alimento implicado hasta alcanzar la dosis mayor tolerada o que represente la ración habitual para la edad. “Su objetivo es evitar la reacción alérgica, sobre todo la anafilaxia, tras la exposición al alimento que causa la alergia. Este tratamiento se realiza en unidades especializadas en práctica habitual, en niños con alergia a leche y huevo”, explica la doctora.
Alergia al pescado, cacahuete y trigo
Algunas unidades de pediatras alergólogos españoles ya están iniciando protocolos de inmunoterapia oral a otros alimentos como frutos secos, cereales e incluso a pescado.
“Esperamos que la amplia experiencia en Inmunoterapia oral a leche, huevo y LTP (melocotón) de los pediatras alergólogos, así como los datos de inmunoterapia oral al cacahuete del mundo anglosajón sirva de base para conseguir tratamiento para los alimentos más consumidos en nuestro país”, afirma la coordinadora del Grupo de Trabajo de Alergias Alimentarias de la SEICAP.
En busca de nuevos avances en el tratamiento de alergia lgE mediada a pescado, un estudio piloto de SEICAP en desarrollo está estudiando la oportunidad de desarrollar nuevos tratamientos de inmunoterapia oral.
En cuanto al cacahuete, no es un alérgeno común en nuestro país, pero en algunos países es causa frecuente de anafilaxia que pueden desencadenarse en el ámbito escolar. La inmunoterapia oral en niños menores de 18 años con alergia al cacahuete se ha mostrado eficaz.
Con relación al trigo, es uno de los cinco alérgenos alimentarios más comunes, y representa un desafío importante para los niños alérgicos debido a su prevalencia en la dieta. Los expertos de la mesa redonda subrayan que los casos de alergia IgE mediada a trigo, aunque es un fenómeno menos frecuente que la alergia a leche o huevo, son cada vez más prevalentes.
“No se debe confundir la alergia al trigo con la celiaquía. Una alergia alimentaria es una reacción adversa y rápida provocada por el contacto con un alimento durante la cual hay mecanismos inmunológicos demostrables”, advierte la doctora Valdesoiro.
Para finalizar, los expertos han destacado la importancia de los autoinyectores en el tratamiento de la alergia alimentaria.El niño que está diagnosticado deberá llevar el autoinyector de adrenalina para utilizarlo ante la sospecha de estar sufriendo una anafilaxia. Los expertos han explicado que el autoinyector se puede emplear a través de la ropa en caso de emergencia ya que no supone ningún impedimento para que la aguja del autoinyector pueda atravesarla. Debe aplicarse en la parte externa del muslo y dependiendo de si es pequeño, se deberá sujetar al niño con las piernas del adulto y los brazos para evitar que se mueva.