Filmin estrena el próximo martes 21 de mayo, en exclusiva en España, la serie “Prisoner”, un thriller danés que se inmiscuye en el salvaje mundo de las prisiones desde el punto de vista de los funcionarios que trabajan en él. La serie está protagonizada por la actriz Sofie Gråbøl, uno de los rostros más famosos de Dinamarca, conocida por sus papeles en “The Killing” y “The Undoing”. “Prisoner”, formada por 6 episodios de 60 minutos, llega a Filmin tras estrenarse en el Festival Canneseries, arrasar durante su estreno en el país escandinavo y recoger excelentes críticas como la de The Guardian: “Te agarra por la nuca y no te suelta. (…) Cautivadora hasta el final.”
Grabada en una cárcel real abandonada, la serie sigue a cuatro funcionarios de prisiones que trabajan en una vieja prisión conocida como La Casa. Sammi (Youssef Wayne Hvidtfeldt), Henrik (David Dencik), Miriam (Sofie Gråbøl) y Gert (Charlotte Fich) trabajan en un entorno relativamente pacífico que está al borde de convertirse en violento y hostil. Tanto ellos como los internos conviven en esta pasajera harmonía siguiendo sus propias convenciones, que subvierten el código de conducta oficial. Pero cuando la prisión es amenazada con su cierre, los altos cargos ordenan una política de tolerancia cero y aplican un nuevo método que afecta directamente a empleados e internos, quienes inician un motín que se sale de control.
“¿Quién se atreve a adentrarse desarmado a un lugar tan hostil cada día?”, comenta Kim Fupz Aakeson, el creador de la serie y autor de la novela en la que se inspira. “Todo empezó cuando vi que iban a cerrar una prisión muy conocida. Propuse a una productora una serie sobre este tema y me dijeron que era demasiado oscura para el público. Investigué tanto que decidí convertirlo en una novela, “Fangeleg” (2021). Con ella en mano, volví a la productora y decidieron, ahora sí, sacar adelante la serie”.
Desde el principio, fue la idea de entrar en “un lugar secreto de la sociedad” lo que más llamó la atención de Aakeson. A lo que el codirector Frederik Louis Hviid añade: “Queríamos que la prisión fuera un lugar muy vivo, orgánico, donde fuera casi imposible guardar secretos. Un sitio violento y peligroso, con mucho ruido. Queríamos que la vida fuera de allí se asemejara a lo opuesto –muy oscuro y silencioso, claustrofóbico, plagado de secretos y tragedias personales–. La dinámica de estos dos mundos colisionando fue algo sobre lo que discutimos muchísimo antes de hacer la serie”.