La edad media de maternidad continúa subiendo y se acerca a los 33 años

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En abril de este mismo año, la OMS hacía público un informe con un dato alarmante, 1 de cada 6 personas en el mundo padece esterilidad (el 17,5% de los adultos), que consiste en la incapacidad para lograr un embarazo después de 12 meses manteniendo relaciones sexuales regulares sin protección. Estos datos demuestran que la infertilidad es un problema de salud pública, ya que las tasas son similares en todas las regiones, independientemente del nivel económico del país.

Fertilidad en España

En los países más desarrollados, a las cifras de la ONU se le suma que la edad de la maternidad es cada vez más tardía, lo que dificulta conseguir un embarazo de forma natural. España es el segundo país de la Unión Europea con el índice de natalidad más bajo, por detrás de Italia, con 1,19 hijos por mujer en 2021, es decir, por cada 1.000 habitantes se dan 7,12 nacimientos.

Desde 2020, en España, la edad de la maternidad está por encima de los 30 años, acerándose en 2021 (último año del que hay registro) a los 33 años. Como indica el Dr. Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), “la edad es el principal problema; a más edad, menos probabilidades de gestación. La probabilidad de que una mujer se quede embarazada con 30 años es de un 20% cada mes, porcentaje que baja hasta el 5% cuando tiene 40 años”.

Los principales factores por los que la mujer retrasa su maternidad, para el Dr. Espinós, “son básicamente sociales. Menor estabilidad económica, más años estudiando y formándose, tardía incorporación a un empleo, precariedad laboral, complicado acceso a la vivienda, dificultad para encontrar pareja y muchos otros factores condicionan que muchas mujeres no se planteen una gestación hasta más allá de los 30 años”.

Reproducción asistida

La SEF recoge, desde 2014, el número de nacimientos producidos gracias a un tratamiento de reproducción asistida. En 2020 (último año del que hay registro), de los 339.206 bebés nacidos en España, 30.479 lo hicieron gracias a estas técnicas, es decir, más de un 8% del total.

Como explica el Dr. Espinós, el perfil de personas que acude a un centro de reproducción asistida ha variado en los últimos años, “ha dejado de ser el de la pareja heterosexual y relativamente joven que busca una gestación a una población más diversa que incluye parejas de más de 35 años que buscan su primer o segundo hijo, mujeres sin pareja o lesbianas que desean una gestación y también un alto porcentaje de mujeres de más de 35 años que quieren preservar ovocitos”.

La congelación de ovocitos es un procedimiento que consiste en la extracción de los óvulos para su congelación y almacenamiento, y así preservar la fertilidad, permitiendo a la mujer usarlos en el momento en que ella elija.

Aunque cada vez hay más información al respecto, “aún no es un hecho consolidado que en las consultas de ginecología se aborde el tema de la fertilidad”, opina el Dr. Espinós, y continúa, “el caso de las usuarias, en muchos casos no se han planteado este tema y no tenemos conciencia de que la fertilidad está limitada en el tiempo. Los profesionales en muchos casos nos centramos en los aspectos orgánicos (presencia de tumoraciones, enfermedades del aparato ginecológico) y nos olvidamos de la funcionalidad.”

La compañía farmacéutica Gedeon Richter, especializada en el cuidado y la salud de la mujer, ofrece una serie de medicamentos para ayudar a conseguir el sueño de tener un bebé a aquellas personas que necesiten la ayuda de unidades especializadas en reproducción asistida y, además, tiene una página web https://eligetumomentodesermadre.es/, a través de la que quiere terminar con los tabúes que hay en la sociedad en torno a la fertilidad donde, además, se puede encontrar información relacionada con  tratamientos de reproducción asistida y la congelación de óvulos.

Cada vez son más las personas transgénero que quieren preservar su fertilidad para tener la oportunidad de tener hijos biológicos, en estos casos, el Dr. Espinós indica que “en el caso del hombre transgénero, la mejor opción sería la crioconservación de ovocitos y también es posible la congelación de tejido ovárico, y en el caso de las mujeres sería la congelación de semen. En cualquiera de estas situaciones lo ideal sería realizar estas técnicas antes de recibir los tratamientos hormonales correspondientes”. Para el Dr. Espinós, los principales retos a los que enfrentan los expertos en fertilidad son “aumentar la tasa de recién nacido vivo, reducir el tiempo para conseguir una gestación y/o el número de tratamientos necesarios.”

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