Según los últimos datos del informe ‘Desajuste de talento 2024’, en España prácticamente 8 de cada 10 empresas afirman tener dificultades para incorporar a los profesionales que necesitan. A pesar de ello, en 2024 se suavizará el crecimiento de las contrataciones que se vivió en 2023, tal y como prevé Francisco Ribeiro, Country Manager de ManpowerGroup, durante un encuentro con medios celebrado hoy en la sede la compañía.
La explosión de la IA y la necesidad de revertir el cambio climático hacen necesaria una respuesta firme y veloz y para adaptarse a las nuevas demandas del mercado. En ese sentido, el directivo ha reclamado una “mayor colaboración público-privada como paso necesario para mantener la competitividad de España en un mercado que cada vez es más complejo: las empresas españolas deben ser conscientes de que compiten en un ámbito global”.
El directivo insistió en que “es preocupante el nivel de desempleo de los mayores de 45 años en España. En este sentido, la IA nos tiene que ayudar a reducir sesgos -de edad, género…- en la selección de personas y así mejorar los datos de desajuste de talento”.
Digitalización como factor de productividad
La implantación de la IA en los entornos empresariales será la principal causante de transformación de los empleos en los próximos 5 años. En tanto en cuanto la digitalización puede aumentar la competitividad y la productividad de empleados y empresas, esta transición “será un fracaso si no va acompasada de la formación de profesionales”, afirma el directivo.
En concreto, en el ámbito de selección, Ribeiro concreta: “la IA nos ayudará a encontrar a la persona más adecuada para cada puesto porque multiplicará nuestra capacidad para analizar perfiles y esto contribuirá a reducir el desajuste de talento”.
Vicenç Álvaro, Director de Marketing y de Estrategia de Candidato de ManpowerGroup, añade que la capacidad de adaptación de los profesionales es cada vez más relevante. En ese sentido, “el 65% de los empleados tendrá que formarse, pues la IA, lejos de destruir empleo, modificará sustancialmente la gran mayoría de los puestos y de las tareas que desempeñaban hasta ahora”.
Dinámicas cambiantes en el mercado del empleo
Atendiendo a la evolución del mercado, “los perfiles se han ido sofisticando en los últimos cinco años”, explica Álvaro, que añade que insiste en la creciente complejidad de encontrar profesionales “con el conjunto de competencias, sociales y técnicas, y la capacidad de seguir aprendiendo en un entorno en cambio”.
Asimismo, las organizaciones se enfrentan a una brecha generacional, derivada de la rápida llegada de la Generación Z -para 2030 supondrá el 58% de la población activa- y la salida de los empleados más experimentados de sus equipos, debido al rápido envejecimiento en los mercados más desarrollados.
“Las empresas deben revisar sus políticas tanto a nivel de atracción y selección, como de propuesta de valor para el empleado, así como explotar todo el potencial del upskilling y el reskilling. No se puede vivir de espaldas al talento sénior, como tampoco podemos renunciar a sumar perfiles jóvenes. Debemos garantizar el mejor entorno en el que cada profesional pueda aportar más valor teniendo en cuenta su contexto, edad y experiencia incluidas”, explica Ribeiro. En cuanto al teletrabajo y la reducción de la jornada laboral, tanto Ribeiro como Álvaro, coinciden en que será una tendencia. Sin embargo, remarcan la importancia de que estos cambios en el mercado del empleo, para que se asienten en nuestro país, han de ir de la mano de las posibilidades y las condiciones para abordarlos. “La parte pública tiene que escuchar a la parte privada, pues un país solo prospera cuando ambas partes apuntan en la misma dirección”.