La educación online de los pequeños es una preocupación que ha aumentado entre los padres en los últimos años. Los niños encuentran en sus dispositivos electrónicos un sinfín de posibilidades tanto a nivel educativo como de entretenimiento, motivo por el que no extraña que los progenitores también vean la tecnología como una caja llena de amenazas y peligros a los que puede que se enfrenten sus hijos.
Avast, empresa líder en seguridad digital y privacidad, y una marca de Gen™ (NASDAQ: GEN), ha realizado una investigación para analizar el grado de concienciación de padres y madres sobre la ciberseguridad de sus hijos. El estudio concluye que un 63% de los menores españoles navegan online de forma independiente por razones académicas o lúdicas y la edad media a la que empiezan a hacerlo está entre los 10-11 años. Un 57% de ellos pasa entre 1 y 3 horas conectado al ordenador cada día.
En este contexto, un 80% de los encuestados afirma haber hablado con sus hijos sobre sus actividades online para concienciarles sobre las bondades y peligros de la red y enseñarles cómo hacer un uso seguro de la misma. Esta conversación sobre ciberseguridad suele producirse cuando el niño o niña tiene unos 9 años. Sin embargo, solo el 66% de los progenitores españoles se muestra confiado en cuanto a su grado de conocimiento sobre seguridad online para mantener protegidos a sus hijos. Por tanto, se puede prever que el nivel de conocimiento de los más pequeños en cuanto a su seguridad online no es el más optimo.
Sin embargo, la educación online no es una tarea exclusiva de los padres y madres, sino que los centros escolares desarrollan diferentes programas vinculados con la ciberseguridad para enseñar a los más pequeños a conservan su bienestar en línea. Sin embargo, un 42% de los padres consideran que el colegio no está haciendo lo suficiente para educar y proteger a los niños de las amenazas online.
Entre los riesgos online que más preocupan a los progenitores se encuentran:
- Entablar amistad con alguien que intente estafarle o manipularle (por ejemplo, grooming): 36%
- Exposición a contenidos inapropiados: 35%.
- Ciberacoso: 34%
- Adicción a Internet y a las redes sociales: 30%
“El comportamiento online de los más pequeños es una cuestión crítica para muchos padres y madres. Muchas veces lo que hacen nuestros hijos en línea se escapa de nuestro control y es normal que genere preocupación. Concretamente, las redes sociales son una de las principales fuentes de intranquilidad para los padres. Un 81% de los progenitores se muestra preocupado porque sus hijos publiquen en las redes sociales contenidos que puedan afectarles después en su vida adulta” señala Luis Corrons, Security Evangelist de Avast, quien añade que “también el robo de identidad inquieta a los padres ya que el 83% muestra preocupación porque sus hijos compartan información personal que pueda exponerles a este riesgo”.
Y es que los estafadores pueden utilizar cualquier información personal para hacer más legítimas sus estafas. Por ejemplo, si conocen el nombre del profesor o del colegio de sus hijos, pueden personalizar un mensaje de phishing con estos datos para parecer más convincentes.
Consejos vendo y para mí no tengo
Las conclusiones anteriores contrastan con el comportamiento de algunos padres a la hora de compartir información en Internet sobre sus hijos e hijas. Concretamente, un 46% de los progenitores españoles encuestados afirman haber publicado fotos de sus hijos en sus redes sociales, siendo la media de fotos publicadas de 25,29 por progenitor. Ahora bien, un 88% utiliza la configuración de privacidad para limitar quién puede ver las publicaciones que hacen de sus hijos. Son Facebook e Instagram las plataformas más populares para compartir fotos de los hijos, con un promedio total del 48% y 54% respectivamente.
“Publicar información personal identificable (IPI) de sus hijos en las redes sociales puede abrir una caja de Pandora de amenazas digitales y físicas. Los ciberdelincuentes pueden utilizar esta información para intentar robar la identidad de su hijo. De hecho, los estafadores también pueden identificar fácilmente a un niño buscando su nombre completo o una imagen inversa de una foto de su cara compartida en Internet” señala Luis Corrons, motivo por el que hay que “evitar compartir datos personales de los más pequeños y evitar exponer su vida en línea”.
Medidas para salvaguardar la integridad, privacidad y seguridad de los pequeños online:
- La comunicación es fundamental: debes hablar con tu hijo/a sobre los ajustes de privacidad en aplicaciones y plataformas como redes sociales. Recomendamos establecer estas configuraciones para que los perfiles permanezcan en privado y no abiertos al público.
- Familiariza a tu hijo/a con las amenazas como el phishing. Enseñar a los niños a detectar correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web sospechosos de phishing puede evitar que sean víctimas de estafas y actividades maliciosas en línea.
- Establece junto a tu hijo/a contraseñas de seguridad para sus sesiones y explícale que es importante mantenerlas ocultas de terceros, así como tener una diferente en cada cuenta, de lo contrario, al vulnerar una se comprometen todas y con ellas los datos personales.
- Instala un software de seguridad fiable, mantenlo actualizado y utiliza contraseñas seguras y únicas para reducir significativamente el riesgo de ciberamenazas. Además, habilita la autenticación de dos factores ya que proporciona una capa adicional de protección que garantiza que sólo los usuarios autorizados puedan acceder a la información confidencial.
Explícale que en internet muchos no son quienes dicen ser, así que es importante que no acepten a extraños ni hagan clic en todo lo que se aparezca en internet. Hazle saber que estás para ellos y que pueden preguntarte cuando no estén seguros, algo les incomode o no les parezca normal.