El verano es, probablemente, la época en la que muchas mujeres deciden cortarse el pelo para pasar menos calor y para darle un toque más desenfadado en las rutinas de piscina y terraceo. Y, aunque en otoño, se retoca para hidratar y cuidar el pelo después de cloro, sal y sol, ya se conoce cuáles van a ser las melenas que más darán que hablar este final de año.
Tal como explican desde Esther Ruíz Peluquería y Estética, testar la tendencia en Valencia es hacerlo en casi toda España porque, durante estos meses, van muchos clientes llegados de todos los rincones de España y que buscan cuidar el cabello allá donde vacacionan también.
Los requisitos de la melena perfecta
Se vuelve de nuevo a longitudes medias. Ni excesivamente cortas como el bob ni melenas largas sin forma como venía siendo tendencia en los últimos años. La ventaja de este tipo de melena, por debajo del hombro, es que potencia los rasgos a casi todas las formas de cara y permite llevar tanto el cabello suelto como recogido sin problema.
En cuanto a la textura, cada vez son más las mujeres que buscan la naturalidad, dejando que su melena luzca sin tratamientos de rizado o alisado excesivos. “La mujer quiere tener tiempo para disfrutar, de ahí que cuando vienen a nuestros establecimientos reconozcan su cabello como natural y busquen cortes que potencien esa forma. Las mujeres con pelo rizado tienden a capear para que el rizo se marque y no coja más volumen del necesario mientras que las mismas capas planteadas de otra forma las demandan quienes tienen el pelo demasiado fino y liso para dar movimiento. Siempre aconsejamos cuál es el mejor corte para cada caso” explican.
En cuanto al color, los tonos cálidos como el caramelo y las tendencias bronce están siendo las más demandadas estos últimos meses porque aportan luminosidad al cabello sin marcar demasiado un color que demande mucho mantenimiento en los meses de verano.
Por el contrario, las más atrevidas tienden a colores muy llamativos y vivos como el púrpura o azul, aunque deben tener cuidado durante su exposición en las piscinas por el cloro. “Quien demanda estos colores sabe que llevan un mantenimiento muy continuado que requiere visitas a las peluquerías, una hidratación y productos muy específicos y cuidarlo del cloro, de la exposición solar y de la sal de la playa, que podría degradar el color” explican.