En la sociedad actual, donde las dinámicas familiares están en constante evolución, destaca cada vez más la importancia de fortalecer los lazos intergeneracionales. En este sentido, la relación entre abuelos y nietos se ha convertido en un factor clave para paliar la soledad en la vejez, un problema cada vez más relevante en España. Según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), existen aproximadamente 2.000.000 hogares donde reside una persona mayor sola. Por lo tanto, el tiempo compartido entre estas dos generaciones no solo es un acto de amor y afecto, sino que tiene una profunda relevancia en su crecimiento personal.
“La relación entre abuelos y nietos es una de las interacciones más significativas en el desarrollo emocional y social de las personas. El tiempo que comparten puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo, así como enfermedades crónicas como el alzhéimer o la demencia senil; y a mejorar los test de habilidades cognitivas de los mayores, pues el papel que juegan los abuelos a nivel social les genera una sensación de utilidad y de pertenencia. Por lo tanto, esta comunicación desempeña una labor fundamental en el bienestar de ambos, contribuyendo así al desarrollo de una sólida autoestima y confianza en sí mismos”, añade David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
En este contexto, Sanitas Mayores ha elaborado un listado con los beneficios más importantes que puede traer consigo una relación sana entre los más mayores y los más pequeños:
Apoyo emocional: los abuelos son una fuente incalculable de sostén anímico para los nietos. Proporcionan un oído atento, comprensión y aliento incondicional. Esta conexión puede ayudar a los nietos a lidiar de mejor manera los desafíos de la vida.
Sabiduría y experiencia: la población mayor acumula una serie de vivencias que puede ser muy útil a lo largo de los años. Compartir tiempo con ellos permite a los nietos aprender de sus conocimientos y experiencias de vida, lo que puede enriquecer su perspectiva y conocimiento.
Aprendizaje intergeneracional: la comunicación entre abuelos y nietos fomenta un intercambio de ideas, valores y tradiciones. Los mayores transmiten conocimientos culturales, habilidades prácticas y lecciones importantes que enriquecen la identidad y la herencia familiar de los más jóvenes.
Vínculo emocional: el tiempo compartido fortalece el nexo afectivo, originando lazos familiares sólidos y duraderos. Esta relación cercana les brinda a ambos una sensación de amor, apoyo y sentido de pertenencia.
Alegría y diversión: pasar tiempo juntos crea recuerdos felices y momentos de entretenimiento. Jugar, reír y disfrutar de actividades juntos refuerza las uniones afectivas y establece un ambiente tanto positivo como enriquecedor. “En Sanitas valoramos y fomentamos la conexión intergeneracional, reconociendo su relevancia en el envejecimiento saludable y feliz de los mayores, el bienestar integral de las familias y en la construcción de una sociedad cohesionada y fuerte”, concluye Curto.