Una buena alimentación desde la infancia hasta la edad adulta tiene relación directa con la diversidad de la microbiota. Por ello, y con motivo del Día Mundial de la Salud Digestiva (DMSD) organizado por la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO, por sus siglas en inglés) y que se celebra el 29 de mayo, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) quiere sensibilizar sobre el papel que juega una alimentación saludable y variada para controlar y mejorar la microbiota intestinal.
Bajo el título “Su salud digestiva, un intestino sano desde el principio”(1), la WGO aborda cómo las necesidades alimentarias del tracto intestinal de los pacientes cambian desde el nacimiento hasta la infancia y la edad adulta y explica la importancia de cuidarlas para identificar posibles anomalías y mejorar su funcionamiento. “Para tener una correcta microbiota, la mayoría de los alimentos que debemos ingerir deben ser de origen vegetal y no procesados. Porque, aunque por lo general este tipo de alimentos son más difíciles de digerir, se ha demostrado que tienen una relación directa con la diversidad de la microbiota intestinal”, explica el experto, quien incide en la importancia de vigilar la microbiota intestinal a lo largo de la vida, a través de una dieta fundamentalmente mediterránea. “A pesar de que nuestra microbiota se ha debilitado en los últimos 100-150 años y parece difícil volver a recuperar su nivel óptimo, el paciente puede modular y mejorarla a través de la alimentación”, manifiesta.